TRILOGIA:LA PRIMER PARTE CONTADA POR PAULA,LA SEGUNDA POR PEDRO Y LA TERCERA EN UN MOMENTO ESPECIFICO DE SUS VIDAS
lunes, 5 de mayo de 2014
CAPITULO 124
Después de seguirla dentro, me dirigí a la mesa de la esquina. El equipo de futbol estaba sentado en varias mesas juntas en el medio de la habitación. Ya gritaban que yo tenía una cita, y apreté los dientes. No quería que Paula escuchara.
Por primera vez me sentí avergonzado por mi conducta. Pero no duró mucho. Al ver a Paula sentarse al otro lado de la mesa, malhumorada y molesta,me animé enseguida.
Pedí dos cervezas. La mirada de disgusto en la cara de Paula me pilló con sorpresa. La camarera coqueteaba abiertamente conmigo, y Paula estaba infeliz. Al parecer, podía hacerla enojar sin siquiera intentarlo.
—¿Vienes aquí a menudo? —espetó, mirando a la mesera.
Diablos, sí. Ella estaba celosa. Espera. Tal vez la manera en la que era tratado por las mujeres era una desviación. Eso no me sorprendía, ni un poco. Esta chica hacía que mi cabeza diera vueltas.
Apoyé mis codos en la mesa, negándome a dejarla ver lo que me hacía. —Así que, ¿cuál es tu historia, Palomita? ¿Eres una odia-hombres en general, o sólo me odias a mí?
—Creo que sólo a ti.
Me tuve que reír. —No puedo comprenderte. Tú eres la única chica que ha estado disgustada conmigo, antes del sexo. No te pones nerviosa cuando hablas conmigo, y no tratas de llamar mi atención.
—No es un truco. Simplemente no me caes bien.
Auch. —No estarías aquí si no te gustara.
Mi persistencia dio sus frutos. Su ceño fruncido se suavizó y relajó la piel alrededor de mis ojos.
—No digo que eres una mala persona. Simplemente no me gusta ser un objetivo por el sólo hecho de tener una vagina.
Lo que fuese que se apoderó de mí, no lo pude contener. Tratar de contener mi risa fue en vano, y luego me eché a reír. Ella no creía que yo fuera un idiota después de todo, sólo no le gustaba mi forma de llegar. Una oleada de alivio se apoderó de mí, y me reí más fuerte de lo que me había reído en años. Tal vez nunca.
—¡Oh, Dios mío! ¡Me estás matando! Eso es. Hemos de ser amigos. No voy a aceptar un no por respuesta.
—No me importa ser amigos, pero eso no quiere decir que tratarás de meterte en mis bragas cada cinco segundos.
—No dormirás conmigo. Lo entiendo.
Eso fue todo. Sonrió, y en ese momento, se abrió un nuevo mundo de posibilidades. Mi cerebro brilló con canales porno-Paloma, y luego todo el sistema cayó, y apareció un recordatorio sobre la nobleza. Sobre no querer arruinar esta
rara amistad que acababa de empezar.
Le devolví la sonrisa. —Tienes mi palabra. Ni siquiera pensaré en tus bragas… a menos que quieras que lo haga.
Apoyó sus pequeños codos en la mesa y se inclinó. Por supuesto, mis ojos fueron derecho a sus tetas, y la forma en que ahora presionaban el borde de la mesa.
—Y eso no sucederá, por lo que podemos ser amigos.
Desafío aceptado.
—Entonces, ¿cuál es tu historia? —preguntó Paula—. ¿Siempre has sido Pedro “Perro loco” Alfonso, o sólo desde que llegaste aquí? —Usó dos dedos en cada mano, como comillas cuando dijo el espantoso apodo de mierda.
Me encogí. —No. Agustin comenzó eso después de mi primera pelea.
Odiaba ese apodo, pero se quedó. A todo el mundo parecía agradarle, así que Agustin siempre lo usaba.
Después de un silencio incomodo, Paula finalmente habló—: ¿Eso es todo? ¿No me dirás nada acerca de ti mismo?
A ella no parecía importarle el apodo, o solamente aceptó la historia. Nunca sabía cuando iba a ofenderse o a enloquecer, o cuando sería racional y mantendría la calma. Santo infierno, no podía conseguir bastante de ella.
—¿Qué quieres saber?
Se encogió de hombros. —Las cosas normales De dónde eres, lo que quieres ser cuando seas grande… cosas así.
Tuve que trabajar para mantener la tensión fuera de mis hombros. Hablar sobre mí —especialmente de mi pasado— estaba fuera de mi zona de comodidad.
Le di algunas respuestas vagas y lo dejé así, pero entonces oí a unos de los jugadores de futbol haciendo una broma. No me hubiera molestado ni un poco si no estuviera temiendo el momento en el que Paula se diera cuenta de la razón por la cual se estaban riendo. Bien, eso era una mentira. Me habría cabreado aunque no se diera cuenta.
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Muy buenos los caps!!!!
ResponderEliminarmuy bueno,seguí subiendo!!!
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